Una de las principales razones por la que adquirí Arduino fue la de poder realizar proyectos electrónicos físicamente (y sin mucho gasto). Y ciertamente creo que estoy aprendiendo mucho, ya que un proyecto real te permite contrastar los conocimientos teóricos y comprobar que, muchas veces, existen imprevistos que no han sido tenidos en cuenta. Éste ha sido mi caso cuando he comenzado a montar y programar el coche con control remoto.
Resulta que probando cada uno de los componentes por separado (motor, recepción infrarroja, servomotor y sensor de distancias) todo funcionaba a las mil maravillas, así que era de esperar que a la hora de juntarlo todo también fuese a funcionar. Nada más lejos de la realidad. En cuanto ponía los motores en funcionamiento, era incapaz de llevar a cabo control remoto e incluso la propia tarjeta arduino parecía tener un comportamiento extraño. Mi primera explicación pasaba por un fallo en la programación, pero todo parecía correcto, posteriormente pensé que quizá no tuviese suficiente alimentación, lo cuál también descarté y así anduve buscando posibles errores hasta que me percaté de la posibilidad de que fuesen los propios motores los que introdujesen en el propio circuito un ruido eléctrico. Encontrado el error llegó la hora de buscar soluciones. Para ello hay varias, desde muy sencillas hasta algo más complejas. El artículo que más me ha interesado con posibles soluciones lo podéis encontrar aquí (también me parece interesante éste otro). En el podemos ver cómo colocar condensadores en los terminales del motor, existiendo diferentes configuraciones, cada una de las cuales proporciona un nivel de filtrado diferente. También hay que tener muy presente el tratar de utilizar cables de mucha sección y poca longitud, así como utilizar alimentaciones diferentes para señales y potencia (utilizar alimentación diferente para Arduino y motores).
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